Más de 2.000 efectivos continúan luchando contra el incendio que arrasa el centro de Portugal desde el sábado, dejando a su paso al menos 64 muertos y un paisaje desolador en un país impactado ante la magnitud de la tragedia. Además hay 135 heridos: 121 civiles, 13 bomberos y un militar.
El comandante operativo de Protección Civil, Elísio Oliveira, ha informado de la nueva cifra de fallecidos por el incendio que, según la última información disponible, está controlado en un 70 por ciento, aunque el restante “inspira preocupación”. “La tarde está teniendo situaciones complejas y ha obligado a confinan y evacuar poblaciones”, ha señalado Oliveira en una comparecencia pública.
El fuego, que arrancó el sábado por la tarde en el municipio de Pedrógão Grande, en el distrito de Leiria, se ha extendido también a los de Castelo Branco y Coimbra, y mantiene cuatro frentes activos.
El número de víctimas mortales ha subido a 64 con la muerte, esta tarde, de un bombero que permanecía ingresado en estado muy grave y un hombre que fue encontrado muerto en una de las aldeas afectadas por las llamas.
Los efectivos terrestres todavía no han conseguido acceder a algunas aldeas cercadas por el fuego y la baja visibilidad ha dificultado el trabajo de los medios aéreos, especialmente en las primeras horas del día, en una zona en la que las temperaturas rondan los 38 grados, con viento de moderado a fuerte.
Realojan a cientos de vecinos de Pedrógão Grande. Vídeo: Agencia ATLAS
“Es necesario llegar a todo el territorio para ver si hay más víctimas en las pequeñas aldeas”, repartidas por la Sierra de Lousã y la cuenca del río Zezere, dijo a Efe Rui Rocha, alcalde de la localidad de Ansião, una de las afectadas por las llamas.
La versión que manejan las autoridades lusas apunta a que el fuego se inició por el impacto de un rayo en un árbol seco en la tarde del sábado, con temperaturas de 40 grados y fuertes vientos que ayudaron a propagar las llamas.
Treinta personas murieron atrapadas en sus coches
A pesar de que los portugueses están acostumbrados a sufrir numerosos incendios cada verano -es el país de la Unión Europea más afectado por las llamas en este siglo-, la magnitud de esta tragedia les mantiene impactados.
Muchos siguen sin entender cómo el fuego pudo expandirse con tanta rapidez, cercando aldeas enteras y una carretera que une los municipios de Figueiró dos Vinhos y Castanheira de Pera, donde treinta personas murieron atrapadas dentro de sus vehículos.
Las dramáticas imágenes del incendio en Portugal, a vista de dron. Vídeo: Agencia ATLAS
El presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, apeló desde el centro de operaciones instalado hoy en localidad de Avelar, a concentrar todos los esfuerzos en combatir el fuego, en vez de discutir las causas y las posibles responsabilidades que puede acarrear la tragedia, por la que se han decretado tres días de luto nacional.
“La prioridad ahora es el combate al incendio y el apoyo a las víctimas y a las familias”, señaló el jefe del Estado luso, que añadió: “después tendremos todo el tiempo del mundo” para debatir sobre el resto de asuntos.
Entretanto, se han multiplicado las muestras de solidaridad por todo el país, con ciudadanos que han abierto las puertas de su casa para acoger a las decenas de personas desalojadas o que han perdido a algún familiar.
Además, las víctimas están recibiendo apoyo psicológico por parte de una treintena de técnicos repartidos por las zonas afectadas.
Los portugueses también se han lanzado a proporcionar ayuda a las víctimas a través de cuentas bancarias solidarias o de donaciones, hasta tal punto que menos de 48 horas después de que se iniciase el incendio, las autoridades tuvieron que pedir que dejen de enviar alimentos a la zona porque hay “exceso de alimentación”.
La ayuda proviene también de fuera de las fronteras portuguesas, desde donde han llegado apoyos para combatir las llamas.
El primer país en reaccionar fue España, desde donde el domingo a primera hora llegaron dos aviones Canadair, a los que posteriormente se han sumado otras dos aeronaves del mismo modelo, dos anfibios Air Tractor, cien militares de la Unidad Militar de Emergencias con diecinueve vehículos y 25 bomberos del Equipo de Emergencia y Respuesta Inmediata de la Comunidad de Madrid.
A través del mecanismo de protección de la Unión Europea (UE), Francia e Italia también han enviado medios aéreos a la zona.
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